La cocina contemporánea, en prácticamente cualquier parte del mundo, es impensable sin la pimienta.
No importa el continente, ni el estilo de cocina, ni si se trata de una receta para comida o para cena. Siempre está ahí.
Por esa razón se le conoce como “la reina de las especias”.
Ahora bien. Así como su omnipresencia, podrás darte cuenta también que hay más de un tipo, y que se les puede
identificar a cada uno de ellos por su color y hasta por su tamaño.
Lo que consumimos como pimienta no son más que los granos de las bayas del árbol Piper nigrum, una especie
trepadora que crece en zonas tropicales húmedas, y que es originaria de la India.
Por cada 100 gramos de esta especia, se obtienen 251 calorías, 3.3 g de grasa, 20 mg de sodio, 1.3 mg de
potasio, 64 g de hidratos de carbono y 0 colesterol.
A su vez, se le reconocen propiedades como la de retener minerales como el potasio, para controlar el ritmo
cardiaco y la presión sanguínea. También promueve el crecimiento celular, por lo que es un eficaz antioxidante.
Un último beneficio práctico: cuando se pimienta una comida, lo más común es que se reduzca el uso de sal.
Lo cual beneficia de mayor manera a pacientes con hipertensión o cálculos renales.
Llegados a este punto, tenemos que decirte: no todo lo que te venden en el súper o en recauderías, es pimienta.
La única que sí lo es, es la que proviene el árbol Piper nigrum, y se divide en algunas variedades más.
Es la de uso más extendido en el mundo. Se recoge cuando su fruto no está del todo maduro y es amarillento.
Se seca al sol por una semana, hasta que se arruga y así es como se comercializa. De ahí su color. Es diminuta.
Tiene un sabor intenso cuando se le tritura en el momento, y que es mucho mejor que el de la que ya se vende
“molida”, y se usa para todo: lo mismo arroces, que guisos, ensaladas, acompañamiento de quesos, carnes
blancas y rojas.
Es la más cara y exclusiva de todas. Consiste en el grano de la pimienta, cuando se le recoge verde y se deja
secar con la piel tierna expuesta. Su aroma es afrutado y apenas pica. Generalmente se le consume en guisos
y viene en presentación de salmuera, para su máxima duración.
Esta consiste en el grano que se recoge, una vez que la pimienta está madura y de color rojo.
Luego se le sumerge en agua, para que se le caiga la piel roja. Lo que queda, se tritura o vende seco.
Cabe destacar que es la que tiene el sabor más tenue y se le utiliza mucho para sazonas cremas o salsas
blancas, en las que los puntos negros de las otras pimientas parecerían antiestéticos.
Estas no son pimientas como tal, pero se les conoce de tal forma, porque su sabor se asemeja al de una original.
Tal es el caso de:
También se le conoce como pimienta roja, pero consiste en una mezcla de varios tipos de chiles rojos. Primero
se les seca y luego se muelen. Tiene una elevada intensidad de picor y su olor es muy característico.
Es buena para aportar color y sabor a platos de carne, pescados o verduras.
Es originaria de Perú, que se cultiva mucho en Brasil. Se trata de granos de bayas muy maduras, que saben
afrutado y con toques frescos.
Tiene un color marrón, a causa de que las bayas de donde proviene se recogen verdes y de dejan secar al sol.
Esta especia tiene sabores parecidos al del clavo, la canela y la nuez moscada. Va bien con postres.
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